Capaz de ametrallar cajas, timbales y platos con sus baquetas, mientras patea el bombo a la velocidad de la luz. Tocar la batería no tiene secretos para él. Tanto es así, que ahora explora también el mundo del canto en otros proyectos. ¿Estamos ante el próximo Phill Collins? Si no fuera tan frikazo el cabrón, lo afirmaríamos sin dudar.