Existe un tipo de rock incombustible, sincero, cercano y que está por encima del paso del tiempo. Ese rock existe en mucha partes y recibe distintos nombres. En Argentina le llaman “rock barrial”, porque sus historias de injusticia social, retratos cotidianos y vivencias en el extremo opuesto del glamour, están irremediablemente vinculadas a los barrios. En nuestro país los pioneros en hacer ese tipo de rock, por generación espontánea y desvinculados del resto de países, fueron grupos como Asfalto, Topo o Leño, y aquí se le llamó “rock urbano”.
Pero hoy en día cualquier aficionado a la música conoce ese término y también sabe que hace mucho tiempo que dejó de ser un estilo solamente urbano… En infinidad de barrios de ciudades, en pueblos, aldeas y cualquier otra población que nos podamos imaginar, hay un puñado de chicos ensayando en un local, cantando sobre su vida y haciendo sonar las guitarras al compás.
En eso estaban los músicos de Las Orejas del Lobo…
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Existe un tipo de rock incombustible, sincero, cercano y que está por encima del paso del tiempo. Ese rock existe en mucha partes y recibe distintos nombres. En Argentina le llaman “rock barrial”, porque sus historias de injusticia social, retratos cotidianos y vivencias en el extremo opuesto del glamour, están irremediablemente vinculadas a los barrios. En nuestro país los pioneros en hacer ese tipo de rock, por generación espontánea y desvinculados del resto de países, fueron grupos como Asfalto, Topo o Leño, y aquí se le llamó “rock urbano”.
Pero hoy en día cualquier aficionado a la música conoce ese término y también sabe que hace mucho tiempo que dejó de ser un estilo solamente urbano… En infinidad de barrios de ciudades, en pueblos, aldeas y cualquier otra población que nos podamos imaginar, hay un puñado de chicos ensayando en un local, cantando sobre su vida y haciendo sonar las guitarras al compás.
En eso estaban los músicos de Las Orejas del Lobo en el año 2003, en Unquera, una esquina de Cantabria, cuando se unieron para disfrutar de la música, superar el silencio tras aventuras musicales anteriores, y crear un puñadito de nueva canciones.
Y en eso siguen, aunque hoy en día tienen cientos de actuaciones a sus espaldas, premios en varios concursos y un par de lustrosos discos, que les han deparado un nutrido número de seguidores que se identifican con sus letras cercanas y se dejan llevar por sus riffs de guitarra, sus melodías y sus estribillos.
Ahora miran a su alrededor, disfrutan del momento y publican un capricho. Un plástico con cinco canciones, envueltas en una presentación exquisita y llamadas a convertirse en pieza de coleccionista.
Solo habrá 1000 copias, en edición limitada y numerada, con una bonita caja, un cuidado libreto y una portada bella y original: una rama de la que brotan válvulas de vacío (esta descripción no hace justicia a su efecto visual).
¿Y las canciones? Hechas con libertad, sin referencias en el pasado, pero coherentes con su estilo. Con un aire más acústico, aunque igual de intenso. Con cuatro canciones nuevas, una de ellas con todas las opciones para convertirse en un nuevo himno del grupo (“Los Fracasados”, sensacional), otra que colmará a sus seguidores menos experimentales (“Tiempo para la acción”), otras dos de carácter relajado (“Lamentos” y “Hoy”) y una emocionada versión del “Aún queda un sitio” de Barricada.
Éste no es el tercer de Las Orejas del Lobo, es un paréntesis, un receso, un sorbo de frescura para relajarse, mirar alrededor y seguir adelante en la vida.
“Momentos de Asueto” solo se podrá conseguir en los conciertos del grupo, en la web del sello FAK Records y tendrá el irresistible precio de 5 Euros, de los que se destinarán 50 céntimos a la ONG Cocemfe Cantabria (la sección regional de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica. www.cocemfecantabria.org). No te lo puedes peder.
F-MHop
Jefe de Redacción de La Factoría del Ritmo (www.lafactoriadelritmo.com)
Colaborador de Rock de Lux
FICHA TECNICA
Componentes:
Alfonso Calderón: batería
Tomás Sánchez: voz
Germán Cabielles: guitarra y coros
Joel Rodríguez: bajo
Ramón Caballero: guitarras, coros, pandereta y programaciones
Colaboraciones:
Jesús Sánchez (A. I. Band): bajo en “Aun Queda un Sitio”
Chema Rozada (A. I. Band): sólo de guitarra en “Hoy”
Jorge (Eslabón): voces en “Aun Queda un Sitio”, “Tiempo para la Acción” y “Hoy”
Grabado en el desván de Devatur (Unquera) en marzo ‘08
Técnicos: Ramón Caballero y Germán Cabielles
Mezclas: Studio Directo (Unquera) en abril ‘08
Técnico: Ramón Caballero
Masterización: GTR Guitar Town Recordings (Muriedas, Cantabria)
Fecha: abril de 2008
Técnico: Hendrik Roever (Los Deltonos)
Fotografía: Isabel Giménez
Diseño y maquetación: Artidoto
Edición: www.fakrecords.net
www.musikaze.com/fakrecords
Fecha de publicación: 16/5/2008
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