Superbanda formada por Kiko Veneno, Muchachito Bombo Infierno, Ratón y Canijo (de Los Delinqüentes) y Tomasito
 
“Somos de la misma cuerda, músicos callejeros todos. De ahí que hayamos congeniado”, dicen los de G-5. Tucaratupapi es el fruto de esta peculiar unión de talentos. “Hacer un disco así se le llama un parto sin dolor”, afirma Kiko Veneno. “No hemos necesitado de epidural. Cada uno aprieta un poquillo y sale el niño solo. Hemos tenido un subidón muy grande y lo hemos pasado muy bien”. Y Muchachito Bombo Infierno continúa: “Kiko no sabes por donde te va a salir. Tomás es una caja de ritmos humana, mucha vitalidad. Canijo siempre está sembrado. Ratón es una enciclopedia con patas, sabe un montón de canciones, de armonía, de poesía. Y yo, bueno, siempre trato de poner cordura”.

Palabras que hablan de un álbum único, de uno de los proyectos más esperados de los últimos tiempos en una escena musical un tanto carente de estímulos imaginativos. Canciones como El vino y el pescao, primer single del álbum, G-5, Pitágoras, El cheque, La oreja baila sola, 40 forajidos, Calla, La fiebre, Perdío, Día de promoción... Música de la calle