¨Destrucción mutua asegurada¨ marca un punto de inflexión en el seno del grupo, ya que, tras la salida de Raúl, su anterior cantante y guitarra rítmica, Inordem ha apostado fuerte y ha buscado dos miembros nuevos en sustitución de uno, que estuvieran a la altura de lo que Carlos Cabrera (Batería y letrista), J.F. Torres (Bajista) y Sergio Basanta (Guitarra rítmica y solista) estaban componiendo en esos momentos; Mario González (Guitarra rítmica y solista) le ha aportado la dosis técnica que el grupo necesitaba para desarrollar su música en perfecta armonía y comunión con su guitarra principal Sergio Basanta y eso se nota en el desarrollo de partes instrumentales, en solos doblados que ejecutan conjuntamente y por separado, así como en la complejidad de las canciones. Por otro lado la voz de Daniel Martorell (Cantante) le ha dado la frescura , fuerza y más registros vocales al grupo que en anteriores trabajos. 

Inordem demuestra su valía en las doce canciones que presenta su tercer disco superando con creces sus dos anteriores trabajos. Cabe destacar el segundo corte - Yo no quiero tu paz (americana) - ya que es la canción elegida para presentar el disco, tanto por la fuerza que transmite como por la profundidad de su mensaje. Además, de esta misma canción - Yo no quiero tu paz (americana) - se ha grabado el primer video clip del disco, que en este caso cuenta con la participación especial de la conocida actriz de teatro y cine Blanca Portillo (Ala Triste, Volver, Los fantasmas de Goya, 7 Vidas…etc) y la participación del joven actor Alex García (Amar en tiempos revueltos, Sin tetas no hay paraísso) que a buen seguro dotarán al video clip de la fuerza que necesita la canción elegida como single. 

A lo largo del disco nos encontramos con la potencia que les caracteriza, pero aumentada por el cambio de formación. La entrada del disco con - Mi final, tu final - nos introduce de golpe en la contundencia y calidad de sus guitarristas, con grandes solos que se cruzan, entran, salen; firmeza de base rítmica que nos empuja a la introducción de su single - Yo no quiero tu paz (americana) - que entra con un flamante solo de guitarra, para quedarse solamente con una línea de b… Más... »

¨Destrucción mutua asegurada¨ marca un punto de inflexión en el seno del grupo, ya que, tras la salida de Raúl, su anterior cantante y guitarra rítmica, Inordem ha apostado fuerte y ha buscado dos miembros nuevos en sustitución de uno, que estuvieran a la altura de lo que Carlos Cabrera (Batería y letrista), J.F. Torres (Bajista) y Sergio Basanta (Guitarra rítmica y solista) estaban componiendo en esos momentos; Mario González (Guitarra rítmica y solista) le ha aportado la dosis técnica que el grupo necesitaba para desarrollar su música en perfecta armonía y comunión con su guitarra principal Sergio Basanta y eso se nota en el desarrollo de partes instrumentales, en solos doblados que ejecutan conjuntamente y por separado, así como en la complejidad de las canciones. Por otro lado la voz de Daniel Martorell (Cantante) le ha dado la frescura , fuerza y más registros vocales al grupo que en anteriores trabajos. 

Inordem demuestra su valía en las doce canciones que presenta su tercer disco superando con creces sus dos anteriores trabajos. Cabe destacar el segundo corte - Yo no quiero tu paz (americana) - ya que es la canción elegida para presentar el disco, tanto por la fuerza que transmite como por la profundidad de su mensaje. Además, de esta misma canción - Yo no quiero tu paz (americana) - se ha grabado el primer video clip del disco, que en este caso cuenta con la participación especial de la conocida actriz de teatro y cine Blanca Portillo (Ala Triste, Volver, Los fantasmas de Goya, 7 Vidas…etc) y la participación del joven actor Alex García (Amar en tiempos revueltos, Sin tetas no hay paraísso) que a buen seguro dotarán al video clip de la fuerza que necesita la canción elegida como single. 

A lo largo del disco nos encontramos con la potencia que les caracteriza, pero aumentada por el cambio de formación. La entrada del disco con - Mi final, tu final - nos introduce de golpe en la contundencia y calidad de sus guitarristas, con grandes solos que se cruzan, entran, salen; firmeza de base rítmica que nos empuja a la introducción de su single - Yo no quiero tu paz (americana) - que entra con un flamante solo de guitarra, para quedarse solamente con una línea de bajo y batería que introduce de lleno en la canción con la voz dominante de Daniel que te lleva rápido de la mano a canturrear el estribillo, acabando y empezando con - A golpes - un tremendo ejercicio de machacar cuerdas y bombos, estilo que trae a la memoria en ocasiones a los Anthrax de - State of euphoria- canción frenética y reflexiva (los humanos aprendemos a base de golpes). Para la cuarta canción nos vamos relajando a una sección más rockera que recuerda la formula de su anterior trabajo -Progreso- en el que alternaban más medios tiempos y riffs metálicos de intensidad media y que en algunas partes vocales puede recordar a los viejos Obús; digamos que es la formula mas heavy clásica del repertorio. En el meridiano del disco nos encontramos con una pieza instrumental de ejercicio de estilo llamada - Sur - que despierta y evoca a base de ritmos thrash y speed metal, escalas clásicas y armonías flamencas que les acerca a las instrumentales practicadas por Cacophony o Metallica. Después de un intenso final de - Sur - llega la calma, no por mucho tiempo, con la envolvente guitarra limpia que nos introduce en el - El martillo de las brujas - quizás el tema más completo del disco, recreando diferentes ambientes que nos sumergen en el drama de otra barbarie que lastró a la humanidad durante siglos como la inquisición; de nuevo un final apoteósico, con solos cruzados y doblados, escuela Megadeth, para volver a la calma con el susurro de - Ébano y sangre -, medio tiempo desgarrador, cargado de fuerza y sentimiento, de nuevo evocando aquellos cortes de - Progreso -. Acercándonos al final destaca la intensidad de - Demasiado tarde- otra canción que tendrá video clip, en este caso de animación, y la contundencia de - Condenados - con un registro de voz mucho más agresivo, endiablados riffs de guitarra y dobles bombos de vértigo. 

En definitiva una vuelta de tuerca más a la maquinaria de Inordem que, lejos de acusar momentos de incertidumbre, se muestra perfectamente engrasada, más enérgica y en forma que nunca. 

LENGUA ARMADA