La historia que les voy a contar es imprescindible para hablarles de mi trayectoria musical, no se asusten ni me juzguen por ella por favor.

Nací en Madrid y a los tres años me vine a vivir a Oviedo.

Crecí en las calles del barrio del Naranco sin mayor trascendencia.

Al llegar al instituto he de reconocer que me perdí un poco con esto de “la edad del pavo”… pero bueno, vamos al grano.

A mi madre, que por cierto era un bombón, al cumplir los 20 años, la vida le jugó una mala pasada llamada parálisis facial, dejándole la mitad de su preciosa cara paralizada.

Esto conllevo que con el paso del tiempo cayera en la enfermedad, en mi opinión, más peligrosa: la depresión

Por otro lado, mi padre, que también era una gran persona , trabajaba en el bingo por las noches, lo que fomentó las inseguridades de mi madre, que poco a poco fue empeorando hasta acabar enganchada al alcohol, que junto con los antidepresivos, generaron años de caos, llanto y sufrimiento en mi casa.

Pasaron los años y en lugar de que mi madre mejorara, mi padre acabó contrayendo la misma enfermedad, pero, como estábamos tan centrados en ella, no nos dimos cuenta de su sufrimiento hasta que fue demasiado tarde y decidió quitarse la vida el 02/10/05

11 meses más tarde, mi madre abatida por la depresión, el alcohol y las pastillas falleció.

En menos de un año había vivido la mayor pesadilla de mi vida, y lo peor es que no encontraba forma alguna de despertar.

Desesperado, comencé un tratamiento psicológico, en el que parte de la terapia consistía en escribir un diario.

Cada noche, al llegar a casa, volcaba toda mi ira y frustración sobre el papel hasta que un día entré en el trastero de mi casa y en una esquina topé con una guitarrilla española casi tan sóla como yo.

Esa noche intenté poner algo de melodía a mis pensamientos y, en poco tiempo, aquella guitarra y yo, habíamos empezado a hacer buenas migas.

Una vez fui teniendo la moral más alta, comencé a plantearme que hacer con mi vida, pero lo cierto es que estaba bastante perdido.

Pensé en estudiar una oposición por aquello de la “estabilidad económica” y esas cosas, pero lo cierto es que aquello me importaba bien poco.

        Por raro que parezca lo que voy a decir a continuación, sucedió así: caminando por la calle iba superrayado con el tema “qué hacer!” cuando de repente lo vi todo claro, acababa de encontrar mi oposición en la vida: hacer canciones que me hicieran sentir mejor a mi y al resto de la gente.

Llegué a mi casa y le dije a mi novia “Churri ya se lo que voy a hacer! : voy a hacer canciones y pienso vivir de ello!”

Su respuesta ya pueden imaginarse cuál fue.

A las dos semanas le canté algo que había escrito y me dijo que le gustaba pero que a ella no le gustaría tener ese modo de vida, y, al poco tiempo, la pobre tenía un rayazo del quince por lo que pudiera pasar con nuestra relación si esto iba palante con lo cuál pensé “tan mal no lo debo estar haciendo” y seguí dándole caña a la guitarra día tras día.

Poco a poco, ella se fue ilusionando cada vez más con mi sueño y a día de hoy es la persona que más me apoya y me aguanta, que no es poco.

En resumen podría decirse que encontré el sentido de mi vida.

Tan triste como real

Tan dura como cierta

Esta es mi historieta

No me juzguen por ella

Háganlo por mi maqueta

Un saludo y espero que disfruten con mi música