Así, a bote pronto, somos una banda de Donostia (como Alex Ubago, La Oreja en Off, etc) pero... “diferentes”. Dos décadas a nuestras espaldas enarbolando la peor de todas las banderas en éste tipo de historia musiquera: la de la honestidad y coherencia. Vamos, que así nos ha ido. Por eso, no es de extrañar que en nuestros directos desprendamos más mala ostia que la Belén Esteban.
Reconocidos por casi nada, ignorados por los que manejan este cotarro convertido en náusea. Pero, sobre todo, respetados por cada grupo que ha compartido con nosotros escenario. No vendemos “motos”; hacemos canciones. No tenemos fans; tenemos seguidores. Esto es lo que nos vale y nos llena. Así somos, de esto estamos hechos.
Publicamos un disco cuando realmente tenemos ALGO que decir, no seguimos intereses, ni estrategias comerciales del mundo discográfico. “Grupo de Culto” nos han llamado las multinacionales, pero nada de toda su parafernalia podrá jamás mirarnos a la altura de los ojos.
Así que, éste es el momento de arrancar la espoleta a la rabia, al veneno, al fuego. Esparcimos nuestra metralla no para herirte, sino para que sientas tus entrañas vivas, intactas, latentes -las esquirlas son emocionales-. Atravesamos tu piel no para arrancarla, sino para sembrar una simiente reaccionaria. Porque lo creas o no, el hecho de tu existencia, la nuestra, es en sí una victoria. Que no cuenta, no vale, no fluctúa en mercado alguno… pero es propia. ¡Es nuestra! Hoy comienza la Historia:
“Hazme Olvidar”