Con su nuevo álbum "Scale", el incansable innovador musical Matthew Herbertha producido su colección de canciones más accesible y meliflua hastael momento. En sólo una década como artista discográfico, Herbert se haconvertido en el compositor electrónico más inventivo y prolífico delReino Unido, ya sea grabando bajo su nombre o como Doctor Rockit, Wishmountain, Radio Boy, Transformer,entre otros. Respetado mundialmente más allá de cualquier escena ogénero, también ha producido y remezclado a artistas tan diversos como Björk, REM, John Cale, Roisin Murphy, Yoko Ono y Serge Gainsbourg.
"Scale"es una culminación de todos esos logros, conteniendo ecos de todas lasidentidades musicales de Herbert. En una carrera que abarca collages desamplers de jazz, house, techno y vanguardia, su más frecuentecolaboradora ha sido su pareja Dani Siciliano. La chanteuse con la voz de terciopelo vuelve a aparecer de manera prominente en "Scale", junto con cantantes como Neil Thomas y Dave Okumu, quien lidera la banda Jade Fox.En el álbum también han participado una orquesta de cámara, una secciónde instrumentos de viento de madera, trompetas y muchos de los músicosque pudiste oír en la big band que acompañaba a Herbert en su disco "Goodbye Swingtime" (2003).
En la superficie como mínimo, "Scale" es el álbum más tranquilo y suave deHerbert con distancia. En este gran baile de sonido, sedosas baladascomo "Something Isn't Right" o "We're In Love" empujan para hacerse con la pista ante cortes más sincopados y cercanos a la música de club como "The Movers And The Shakers" y "Moving Like A Train".
El último disco de Herbert, "Plat Du Jour"(2005) era un disco con alto contenido político que usó la industriaalimenticia como fuente sonora y materia de inspiración. Más allá de suaparentemente ostentosa superficie, "Scale" no es menos serio, tomandocomo tema clave el fin de la era del petróleo y la violencia que haoriginado su busqueda. Pero este no es un disco airado o un discopolítico. Como en muchos de sus experimentos sonoros, el subtexto essutil y juguetón.
"Este álbum fue diseñado más para ser una celebración", dice Herbert. "La tarea que me asigne fue la de revisitarmi faceta como compositor de canciones. Intentar y hacer esas cancionesde una manera interesante, pero sobre todo disfrutando co…
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Con su nuevo álbum "Scale", el incansable innovador musical Matthew Herbertha producido su colección de canciones más accesible y meliflua hastael momento. En sólo una década como artista discográfico, Herbert se haconvertido en el compositor electrónico más inventivo y prolífico delReino Unido, ya sea grabando bajo su nombre o como Doctor Rockit, Wishmountain, Radio Boy, Transformer,entre otros. Respetado mundialmente más allá de cualquier escena ogénero, también ha producido y remezclado a artistas tan diversos como Björk, REM, John Cale, Roisin Murphy, Yoko Ono y Serge Gainsbourg.
"Scale"es una culminación de todos esos logros, conteniendo ecos de todas lasidentidades musicales de Herbert. En una carrera que abarca collages desamplers de jazz, house, techno y vanguardia, su más frecuentecolaboradora ha sido su pareja Dani Siciliano. La chanteuse con la voz de terciopelo vuelve a aparecer de manera prominente en "Scale", junto con cantantes como Neil Thomas y Dave Okumu, quien lidera la banda Jade Fox.En el álbum también han participado una orquesta de cámara, una secciónde instrumentos de viento de madera, trompetas y muchos de los músicosque pudiste oír en la big band que acompañaba a Herbert en su disco "Goodbye Swingtime" (2003).
En la superficie como mínimo, "Scale" es el álbum más tranquilo y suave deHerbert con distancia. En este gran baile de sonido, sedosas baladascomo "Something Isn't Right" o "We're In Love" empujan para hacerse con la pista ante cortes más sincopados y cercanos a la música de club como "The Movers And The Shakers" y "Moving Like A Train".
El último disco de Herbert, "Plat Du Jour"(2005) era un disco con alto contenido político que usó la industriaalimenticia como fuente sonora y materia de inspiración. Más allá de suaparentemente ostentosa superficie, "Scale" no es menos serio, tomandocomo tema clave el fin de la era del petróleo y la violencia que haoriginado su busqueda. Pero este no es un disco airado o un discopolítico. Como en muchos de sus experimentos sonoros, el subtexto essutil y juguetón.
"Este álbum fue diseñado más para ser una celebración", dice Herbert. "La tarea que me asigne fue la de revisitarmi faceta como compositor de canciones. Intentar y hacer esas cancionesde una manera interesante, pero sobre todo disfrutando con las melodíasy las armonías. No quería que el disco estuviera atado bajo el peso dedemasiadas ideas, como hice en ocasiones con "Plat Du Jour".
El título "Scale" hace referencia escala como perspectiva, que significacalibrar la distancia entre el pasado y el presente, la infancia y laedad adulta, la satisfacción personal y el descontento global. Encontrar un camino para medir su propia vida como músico de éxito conlibertad contra un telón de fondo de guerra general, pobreza y desigualdad.
"Espero que el álbum todavía tenga una cualidadfestiva, incluso con este regusto margo," concluye Herbert. "Para serhonesto, estoy cabreado conmigo mismo. Quería escribir un disco de popalegre, pero no lo he conseguido. No puedes hacerlo cuando Dick Cheneyestá al control. El mundo está tan turbio en estos momentos que no pudealegrarme para grabarlo. Pero de verdad me gustaría que se considerara"Scale" como un disco animado. Está diseñado para que la gente lodisfrute."
"Scale... ofrece una nueva lección de cómo construir canciones que escapan a etiquetas (POP, con mayúsculas, es quizás la única válida" - Ignasi Moya - La Vanguardia
"Scale es un disco para disfrutar de principio a fin sin temor" - Agustín Gómez Cascales - Shangay
"Prácticamente irresistible" - Nando Cruz - El Periódico
"Si no tenía nada que demostrar, ahora menos" - Jaume R. Salas - El País
Matthew Herbert - Biografía
Si repasamos la obra del británico Matthew Herbert,no resulta exagerado concluir que gran parte del presente y el futurodela música electrónica pasa por sus manos. Músico versátil ycompositor iconoclasta, el hombre que también se oculta tras los aliasde Dr. Rockit o Radioboy se ha destacado como una de las figuras más personales del cambio de siglo, independientemente de géneros o estilos.
Quizá uno de los aspectos más característicos (y comentados) dela música deHerbert es el uso del sampler para alterar sonidos de la vida cotidianae incorporarlos a su discurso sonoro. Siguiendo los postulados quereflejó en su manifiesto personal P.C.C.O.M. (Personal Contract for the Composition of Music), el también propietario del sello Accidentalevitasamplear composiciones de otros músicos, rechaza el uso de sonidospredeterminados y cajas de ritmos y destaca el valor del accidente enel estudio como un elemento tan importante como las decisionesconscientes. Fue a principios de la década de los 90,mientras estudiaen la Universidad de Exeter, cuando comienza a poneren práctica estasteorías, que poco más tarde plasma en sus primeros lanzamientos. Otraconstante en su obra es la implicación política y social, que serefleja especialmente en su trabajo como Radioboy: envoltorios, latas yotros objetos de consumo cotidiano son utilizados para crear lossonidos de discos como A Machine Drilling For Oil y The Mechanics Of Destruction, ácidas críticas contra el sistema capitalista y las compañías multinacionales.
Pero la concienciada es sólo una de las caras del británico. Como Dr. Rockit y Wishmountain ha jugueteado con el house, mientras que su faceta de remixer -para artistas como Moloko, R.E.M., The Avalanches, Yoko Ono o incluso John Cage- se puede apreciar en el doble CD Secondhand Sounds(2002).Por otro lado, a lo largo de su carrera ha realizado múltiplescomposiciones para teatro, televisión y cine, como en el caso de labanda sonora de Vida y Color, filme dirigido por Santiago Tabernero que será estrenado en noviembre.
En 2001 publica Bodily Functions,quizás su disco más celebrado y en el que utiliza sonidos procedentesdel cuerpo humano como elemento unificador. Este álbum cuenta con lacálida voz deDani Siciliano, a quien le une unarelación profesional -colaboran habitualmente y Herbert ha producido suprimer disco- y sentimental. Siempre inquieto y deseoso de probarnuevas experiencias, en 2003 se enfrenta a un gran reto: colaborar conuna bigband de 16 músicos procedentes del mundo del jazz. El resultado,el álbum Goodbye Swingtime (2003), no podría ser mássatisfactorio. Con referencias a la situación política del momento (laguerra de Irak y la resaca del 11-S), Herbert consigue renovar elsonido de las grandes formaciones clásicas del género y firmar uno desus mejores momentos.
Después de colaborar con Roisin Murphyensu estreno en solitario, para su última aventura el británico se poneel delantal y entra hasta la cocina. La comida es el hilo conductor deun Plat Du Jour (2005) de nuevo repleto de críticasocial, en esta ocasión sobre la calidad de los alimentos queconsumimos a diario y de cómo son manipulados por las grandescompañías. Para su presentación en directo se hace acompañar de un chefmientras Herbert registra y manipula los sonidos que produce en suimprovisada cocina gracias a su mejor aliado, el sampler. Mientrasesperamos a que nos sorprenda con su nuevo paso, tendremos la ocasiónde disfrutar en vivo de uno de los nombres básicos del panorama musicalde la actualidad.
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