Manuel Lopes Andrade, Tcheka, nació el 20 de Julio de 1973 en el puerto de Ribeira Barca, distrito de Santa Catarina, en Santiago, la isla más africana del archipiélago de Cabo Verde. Comenzó a tocar a muy temprana edad, junto a su padre, Nho Raul Andrade, un violinista muy famoso en los bailes y fiestas populares de la isla. Tcheka estaba en buenas manos. Cada nota que fallaba le costaba una colleja, pero aprendía rápido y pronto mostró su propio sello.Pero el chico tenía otras ambiciones. A los 15, empezó a desarrollar un estilo más personal, basado en la batuca, uno de los instrumentos de percusión más cOnocidos de Santiago, originalmente interpretado por mujeres. Una de las primeras piezas que escribió, Man’ba des bes kumida dâ, da cuenta del camino musical que deseaba recorrer. Su deseo era ampliar el atractivo de la música popular de su tierra, convertirlo en un sonido que todo el mundo pudiese amar.Comenzaba su labor de modernización de la batuca, del mismo modo en que Catchas modernizó la Funana, el otro gran sonido de Santiago, en los 70. Una nueva lectura que conservaba las estructuras tradicionales. Y ese fue el mensaje principal de su primer álbum en solitario -después de haber participado en diversos proyectos recopilatorios-, titulado "Argui" ("ponte en pie" en criollo). Era el año 2002 y se afirmaba su reputación como virtuoso y original intérprete de guitarra, y cantautor lleno de alma.En 2005 vino el concurso Radio France International "Découverte Musiques du Monde" en Dakar, Senegal, junto a grandes nombres de la música contemporánea africana actual. Ganó no sólo el primer premio, sino también la fama y el reconocimiento internacional. Fue, sin embargo, el aclamado álbum "Nu Monda" (2005), el que lo lanzó a la estratosfera de la World Music: Tcheka estaba en boca de todo el mundo tanto en Cabo Verde como en el extranjero, y empezó a ser considerado como líder indiscutible de la vanguardia de la música caboverdiana. Con su nuevo álbum, "Lonji" (2007), el viaje se vue…
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Manuel Lopes Andrade, Tcheka, nació el 20 de Julio de 1973 en el puerto de Ribeira Barca, distrito de Santa Catarina, en Santiago, la isla más africana del archipiélago de Cabo Verde. Comenzó a tocar a muy temprana edad, junto a su padre, Nho Raul Andrade, un violinista muy famoso en los bailes y fiestas populares de la isla. Tcheka estaba en buenas manos. Cada nota que fallaba le costaba una colleja, pero aprendía rápido y pronto mostró su propio sello.Pero el chico tenía otras ambiciones. A los 15, empezó a desarrollar un estilo más personal, basado en la batuca, uno de los instrumentos de percusión más cOnocidos de Santiago, originalmente interpretado por mujeres. Una de las primeras piezas que escribió, Man’ba des bes kumida dâ, da cuenta del camino musical que deseaba recorrer. Su deseo era ampliar el atractivo de la música popular de su tierra, convertirlo en un sonido que todo el mundo pudiese amar.Comenzaba su labor de modernización de la batuca, del mismo modo en que Catchas modernizó la Funana, el otro gran sonido de Santiago, en los 70. Una nueva lectura que conservaba las estructuras tradicionales. Y ese fue el mensaje principal de su primer álbum en solitario -después de haber participado en diversos proyectos recopilatorios-, titulado "Argui" ("ponte en pie" en criollo). Era el año 2002 y se afirmaba su reputación como virtuoso y original intérprete de guitarra, y cantautor lleno de alma.En 2005 vino el concurso Radio France International "Découverte Musiques du Monde" en Dakar, Senegal, junto a grandes nombres de la música contemporánea africana actual. Ganó no sólo el primer premio, sino también la fama y el reconocimiento internacional. Fue, sin embargo, el aclamado álbum "Nu Monda" (2005), el que lo lanzó a la estratosfera de la World Music: Tcheka estaba en boca de todo el mundo tanto en Cabo Verde como en el extranjero, y empezó a ser considerado como líder indiscutible de la vanguardia de la música caboverdiana. Con su nuevo álbum, "Lonji" (2007), el viaje se vuelve aún más interesante. Con la estrella brasileña del rock acústico Lenine como productor, Tcheka se mantiene fiel a las ricas cuerdas acústicas y a los ritmos africano-criollos, al tiempo que incorpora más elementos electrónicos y sonidos ambient que aportan una nueva sensibilidad. La percusión también está muy presente, en este caso una inusual colisión de percusiones de caboverdianas, afrobrasileñas y del oeste de Africa, que son a ratos dulces y juguetonas, o bien estruendosas y enérgicas. Y por encima de todo, el vivo lirismo de la voz de Tcheka, una delicia, pura suavidad y vulnerabilidad.Tcheka es sin duda un joven maestro del arte que ha inventado. Pese a lo que diga la prensa, no pretende ser moderno, ni tradicionalista. Y su música resiste la catalogación fácil y las comparaciones. La música de Tcheka es una intersección de pop y tradición del Caribe, Brasil y Africa, folk, jazz, blues, rock, literatura, antropología y cine. Quizá una nueva visión de lo que significa ser criollo en la era de la globalización: un arte híbrido, con origen en una historia de esclavitud, colonialismo e independencia, pero sumido al mismo tiempo en una época, la presente, inevitablemente afectada por la capacidad de viajar, nuevas vías para el conocimiento, el arte y el capitalismo, y por la imposibilidad de separar tecnología e imaginación humana.
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